Con motivo de fiestas resurgen nuevamente las controversias. Como por todos es conocido, el aspecto sincrético de nuestra religión está quedando apartado. Esta controversia es un hecho clave dentro de todas las culturas y especialmente dentro de las religiones. En estas fechas que estamos, la religión católica celebra el nacimiento de su mesías, el elegido entre los judíos pero que no fue reconocido por su propio pueblo. El pueblo judío todavía sigue esperando la llegada de su mesías. Al mismo tiempo que nosotros vamos a celebrar el ingreso al año 2011, ellos celebraran también un ingreso a un año nuevo pero con una diferencia de más de 3000 años, es decir celebraran un nuevo año dentro de su quinto milenio. Como por todo el mundo es conocido nosotros nos basamos en el calendario gregoriano, confeccionado por el Papa Gregorio.
Al igual que hay discrepancia en este sentido también las hay rodeando a la mítica figura de Jesús. Según el escritor catalán Andreas Faber-Kaiser la muerte de este gran médium curador que era Jesús no sucedió de la forma en la que nos ha sido narrada, así lo expone el autor en su libro «Jesús vivió y murió en Cachimira». Este no es el único estudio que ha llegado a estas conclusiones. Ademas tenemos al investigador Boris Kristoff.
El Libro expone la posibilidad de que Jesús no muriera en la Cruz, sino que una vez curado de las heridas causadas por la cruzifixión, emprendiera la huida hacia el Este, en busca de las tribus perdidas de Israel. Jesús habría llegado así a Cachemira, en donde comenzaría una nueva vida y moriría a edad muy avanzada de muerte natural. Su tumba se venera hoy en Srinagar, capital de Cachemira.
Además de la tumba própiamente dicha, una serie de nombres toponímicos dan fe en Cachemira del paso de jesús.
Por otra parte, en Pakistán y a escasos kilómetros de la frontera con Cachemira, se ha localizado la tumba de María, madre de jesús, quien le habría acompañado en su huida hacia el Este. No soportando las penalidades del viaje, habría muerto en el camino, ya muy cerca del punto de destino.
Existen testimonios que hacen suponer que jesús eligió este lugar para emprender la segunda etapa de su vida, por cuanto ya habría estado aquí durante los años en que la historia occidental no puede dar fe de sus actividades. Pero sí pueden darla, en cambio, textos históricos localizados en la lamasería tibetana de Lhasa y en la lamasería Hemis, en Ladakh (Cachemira).
Además de las tumbas de Jesús y María, una reducida comunidad judía aislada en la montaña viene custodiando en Cachemira, desde hace 3500 años, la tumba de Moisés, del que igualmente hablan nombres toponímicos, conservándose incluso, allí, la llamada “piedra de Moisés”.
Andreas Faber-Kaiser y Mercedes Castellanos viajaron al norte de la India para recoger testimonios y documentación sobre el terreno, para verterla luego en este libro que dió a conocer a Occidente esta tradición de la vida secreta de jesús.
Audio: Castellano - Duracion: 08.04 hrs