miércoles, 15 de febrero de 2012
Se están apoderando de la patagonia
A mediados de los 90, un empresario multimillonario ligado al grupo internacional Rockefeller, Douglas Tompkins, presidente de la fundación Deep Ecology, comenzó a adquirir enormes extensiones de bosques vírgenes en el sur de Chile, con la aparente intención de crear el parque privado más grande del mundo, con cerca de 300.000 hectáreas. Tras conseguir el reconocimiento de su parque por el Gobierno de Chile, Tompkins ha continuado extendiendo sus posesiones territoriales en Chile. Hoy, sus territorios y los de sus asociados superan ampliamente las 400.000 hectáreas, y han cortado literalmente a Chile en dos. Lo más grave de este asunto es lo oscuro de las intenciones del magnate. Supuestamente actuaría con fines conservacionistas, pero curiosamente las regiones adquiridas no están ni han estado nunca amenazadas. De hecho, están casi deshabitadas - mas ahora que Tompkins esta forzando la salida de los pocos colonos que aun viven en esas latitudes. Pero Tompkins no es el único multimillonario extranjero adquiriendo vastos terrenos vírgenes. También Rick Klein, David Syre, Jan Mosse, Timmy Goldsmith, James Goldsmith, Jeremy Henderson y un tal Schidlowsky, entre otros, han comprado enormes porciones de tierra no solo en el sur de Chile, sino también del sur argentino.
Curiosamente, todos son importantes miembros de organizaciones ecologistas (Deep Ecology, Ancient Forest International, World Tree Foundation, etc.) Dichas extensiones, al ser adquiridas por fundaciones u organismos constituidos como sujetos de derecho internacional, quedan sujetas a las leyes de compra de los Estados Unidos, lo que constituye un gravisimo antecedente en contra de la efectiva soberanía chilena (o de cualquier otro país en donde ocurra esto) en dichos territorios. Ahora bien, si nos remontamos a la década del 60, durante la administración Kennedy, el gobierno norteamericano quiso reevaluar la efectividad de su política imperialista. Debido a que los conflictos bélicos estaban teniendo un costo político demasiado alto (recordemos la Segunda Guerra Mundial, Corea, Vietnam), acordaron estudiar una mejor forma de mantener su dominio sin la necesidad de la guerra convencional.
Para esto, se reunió a doce de sus mejores científicos, sociólogos y psicólogos en la Universidad de Houston, financiados por Rockefeller, quienes crearon el denominado "Iron Mountain Plan", y que elaboraba como solución la utilización de la preservación del medioambiente. Es decir, la "ecologia", al ser una causa tan noble y de relevancia universal, seria difícil que encontrara opositores. Así, comenzó la creación y la ofensiva de innumerables grupos "ecologistas", manipulados por los intereses norteamericanos. Ya que para nadie es un misterio el que Estados Unidos sea a su vez controlado por la consabida cúpula hegemónica, bien puedo afirmar que es esta cúpula la que esta detrás de la ecología. Y si vemos que la compra de territorios en Chile y Argentina esta siendo efectuada por estos mismos grupos ecológicos, es cosa de saber sumar dos y dos. Aun así, la real dimensión de esta situación la obtenemos analizando a Theodor Herzl, el fundador ideológico del Estado de Israel. En su libro "Der Judenstadt", de 1897, Herzl evalúa dos opciones para la ubicación geográfica del Estado de Israel: Palestina y la Patagonia. Asimismo, afirma que en cincuenta años habrá un estado judío en Palestina, pero lo que realmente importa es que en cien años habrá un estado judío en el cono sur de Sudamérica, pues por la escasez de habitantes y la riqueza de recursos seria "la Tierra Prometida".
Si a todo esto le sumamos la impresionante cantidad de israelíes que están visitando el sur de Chile - muchos como parada obligatoria después de haber hecho su servicio militar en Israel -, abiertamente hablando de que esta seria su "tierra prometida", poniendo carteles en hebreo por doquier y desapareciendo por meses dentro de las tierras de Tompkins, vemos que las garras del "pueblo elegido", bajo la sombra de Herzl y su profecía, se abalanza rauda y sin piedad hacia nuestra amada tierra. Parece cuento sacado de un libro de ficción, y para los que me conocen parecería trauma sobre la cuestión judía, pero me parece aberrante desconocer dicha información. Si alguien se interesa por saber más sobre el tema puede decir que cuento con un par de cartas enviadas por Tompkins a colonos y otras que lo vinculan al ministerio de bienes raíces.
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